Tuesday 15 July 2014

Soy una máquina, organismo autoconsciente


Soy una máquina, humana, imperfecta, hoy parcialmente averiada, pero al fin y al cabo solo una máquina. Una máquina, aunque mucho más organismo autoconsciente, animal prudente o racional, que ya no entiende el sentimiento del amor mercancía cultural de la gente, el amor ambicioso e incondicional, tan deshonesto realmente. Y sus fabulosas posteriores justificaciones. No ya a las personas sino también a las cosas. Es la misma melancolía y subjetividad mítica que, correspondientemente generalizada y racionalizada, alicata las promesas de la religión excluyente y esencialista o a un culto sectario a los orígenes como el nacionalismo. En general y más mundanalmente, hay mucha querencia pasada de moda por el amor, aun se consume a través de una emoción más modesta y pagana. La verdad, yo siempre he preferido que una chica me diga que le gusto a que me salga con que me quiere o me necesita. La vulnerabilidad inestable del amor no me la permito en las cosas. Pero querer, querer auténticamente, es que ella se vaya, escoja, y todo siga su curso felizmente. Algo muy liberal y con escasa resaca personal posesiva. Otra cosa, es una pasión. Salir de uno, arriesgarse al vacío. Y vaciarse. Pero no permitirse someter subrepticiamente a la falta de retribución. Pretender permanecer. Porque al final uno siempre está solo y proyecta, eso es todo. Y más tarde, los cimientos son un pacto que a veces se cumple y otras veces, no. Hay demasiada doblez en esperar algo a cambio. No errar el tiro... ¿Una ilusión ladina de continuidad? Se me puede echar en cara mi frialdad. Pero es una realidad cierta, auténticamente humana. En donde la ternura del pan de la mañana es solo una sensación. Pasajera, sumisa, volátil. Falsa. Que sabe mucho a cuna encantada, infantil e impostada. En amar no hay sentido humano extra, más que por el hecho de retener un sustento quimérico, desinteresado, sin expectativas, arbitrario, el que uno quiso darse dentro de un sistema onanista, no autónomo, y sentirse así previsible, sin disensos, dulce y perpetuo aunque más inconsciente y en abrupto abrazo consigo mismo. El amor vicariamente todo lo llena. Y todo lo frustra. El amor, en fin, es deseo por uno, cuando lo esperamos en otros, o en cosas, siempre mediante objetos mágicos o sin voluntad propia pero nuestros odios, miedos y limitaciones sin saberlo. Después sí que creo en un apego adulto, un amor como sentimiento humilde o verdadero; y que acoge también a la indefensión, ni renuente, tenuemente resentido o incondicionalmente masoquista, como parte del mundo y sin idealizarla. Soy, espero, ahora este nuevo organismo, máquina algo chafada pero mucho más consciente de sí. Objeto maduro. Y por tanto, con algo menos de aprensión por la desolación de volver a romperse y deshacerse por entero. Confiando, que, llegado el momento, creo, sabrá protegerse.



4 comments:

  1. Hola encontré tu blog al leer comentarios en otro que sigo.

    He leído de pasada varias de tus entradas y las encuentro muy complicadas de leer.

    De pronto tendré que dedicar un poco mas de tiempo para captar lo que estas diciendo.

    Sin embargo, encuentro que me identifico en lo que de pronto dices que te aqueja, porque creo entender que sufres de un problema similar al mío.

    Voy a leer de nuevo y mas adelante este blog y te hare mas comentarios.

    Tengo también uno mio, por si quieres pasar por él: http://unbipolarmas.blogspot.com/

    ReplyDelete
  2. Hola!

    Qué bien que no tengas prejuicios y encontrarme con un compañero de adversidad. Me he pasado por tu blog y te identificas como bipolar. También he sufrido de manía y dantescos estados de ánimo depresivos, pero en mi caso tengo un punto muy esquizo y disléxico. Hasta necio.

    Evidentemente tú eres más suelto y con más verbo que yo. No siempre he sido así exactamente, tan poco natural y constreñido...

    Con franqueza, me voy apañando pero en la actualidad vivo con algunos plomos fundidos de más.

    Soy audaz, por escribir, digo.

    Me la sopla si doy pena, o peor, si sueno rudo e incompleto. Aun engendrando un pegajoso y desmañado puzzle, saco algunas pequeñas intuiciones (elaboro como puedo el concepto, que la capacidad de abstracción anda ya te digo un poco en mí fragmentaria) de todo esto y me sirve para rectificar posiciones personales, y mi estilo, verlo, en alguna medida.

    Un saludo

    Nos vemos.

    ReplyDelete
  3. Fantástica respuesta! sin más

    Una abrazo, Hilari

    ReplyDelete
  4. Gracias Hilari.

    La verdad que me veo, tanta sima y tanto abuso de adverbio en -mente para compactar... Aunque pueda aparecer incompatible, hay un tanto de desaliño y otra parte de tozudez personal. A pesar de la dislexia y las lagunas de la memoria, no cuesta demasiado ser más aseado. Ser simple, sin más.. Una para aprender y otra para saber.

    Un abrazo

    ReplyDelete