Friday 22 December 2017

Un lugar lícito

Un lugar donde derrochar no sea escatológico y algo verdadero. Un lugar donde el ateo converge escéptico. Frío pero azul.


Saturday 25 November 2017

Sin cruz y esa necesidad

Lo de conocer gente en circunstancias parecidas es muy personal. Puede que sea en ocasiones casi imprescindible, pero he aprendido que los defectos de uno se notan más en grupo... Mejor engancharse a la vida sin más, ¿no? De todas formas, esa otra inquietud siempre estará ahí.


Respecto a la necesidad de socializar, creo que la más pequeña ocupación o formación para un oficio o profesión hace al final siempre diestro al más siniestro... Que todo viene luego por añadidura: agilidad mental, compañeros, amigos, buen rollo familiar, etc. Salvo eso, me parece no existen recetas mágicas. Aunque supongo que habrá quien piense distinto y en estrés, explotación y tal limpio formato.


Wednesday 27 September 2017

Personalidad y perorata

Creo he pasado por mi propia vida sin tomarme demasiado en serio. No sé… Quise ante todo claridad en mí ante una manifiesta distorsión íntima e irresponsablemente olvidé una y otra vez establecerme. Es cierto que arrastro ciertas taras desde la infancia, pero salvo por esos inherentes bloqueos emocionales y cognitivos míos, algunos problemas de memoria que me obsesionan y una tensión psíquica que creo ha ido a menos, todos suponen que me recupero. Que soy más o menos el mismo de siempre. Sean cuales sean mis carencias nerviosas de base. Que incluso esté mejor que antes. Y mi personalidad exploradora solo fuera una perorata. Veremos... Engancharme de nuevo al menos.

Editado 28 Septiembre/2017


Saturday 2 September 2017

Sentido y coraje

Aunque me haya degradado a conciencia por curiosidad, empecinándome en su momento con no tratar mi putrefacta enfermedad, estoy convencido de no haber sufrido realmente de ánimo autodestructivo. Y esto a pesar de sí haya tenido una determinación impulsiva por sacarme de en medio en alguna ocasión. Sé que no me motivó una agradable dejadez sino en cierto modo una salida necia pero frente al horror inadmisible. Algo de lo que aun me arrepentiría. Autodestruirse a ratos y como rutina, quizá sea cosa muy romántica pero que únicamente imagino como proyección postergatoria del propio malestar, una evitación pero mendaz. Autoafirmación en un victimista autocontrol tan efímero e ilusorio como de distintivo y engañifa contiene ese compromiso aparente con cualquier sustancia de abuso o abandono de ti. Hasta yo, ceñudo y con mis plomos fundidos, he tenido finalmente más sentido y coraje.

Thursday 20 July 2017

En otra onda privada

A lo mejor en vez de una incitación al vital escepticismo esto quede en puro y duro efectismo nihilista. Es muy posible, porque todo es recreación y personalmente mis a salto de mata sintácticos no dan para mucho más de sí. Lo que no quiere decir que necesariamente me conforme o apoque por ello. Aunque sí quiero defender que se puede ser torero, ocurre la mayoría de las veces para casi todo, y acobardarse por ejemplo en los ascensores. O es la contradicción y cierto grado de impostura, o es acabar siendo un torero inconsciente. Lo digo porque parece como si por el hecho de subirse a un escenario, sea pretendido o real, la vida es un escenario, se esté ya blindado frente a la inevitable teatralización de la propia intimidad. Más o menos afectada pero al fin y al cabo siempre social o individualmente fingida. Dirigida. Interpretada. Concretando algo más, que la naturalidad sea la más irritante de las poses no lo suscribo, pero que no deja de ser de las más posibles por apreciadas, seguro. Qué otra cosa sería sino la belleza que naturalidad y enmarcada, cosa bonita subida a una tarima de poder. Por otro lado, viene a cuento de lo mismo, el artista no es más que el sujeto capaz de hacer crear bullicio interior al espectador. Invadirlo de vibración subjetiva. Qué mayor artificio y disfraz que esta instrumentalización de la fantasía más o menos compleja del prójimo. La de aflorar ilusiones. Salvo en cuestiones morales y de pura supervivencia, todos mis sentimientos y sus graduaciones me parecen completamente válidos. Me los haya contado un creador o no. No creo exista ninguna certeza en el mundo subjetivo. Somos lo que queremos pero no lo que sabemos de nosotros, porque afortunadamente es imposible conocerlo con precisión. Bajo estas reales pero inciertas coordenadas, sigo encantado por usarme y querer sentir, incluso a mi desidia más acérrima, sin acertar a presentir qué puede ser el supuesto faro de lo “auténtico”, el significado que pueda tener hoy ese adjetivo incivilizado. ¿Regreso sin billete de vuelta a lo primigenio? Ni lo veo útil ni sensato. Lo que no deja de ser tampoco mi propio criterio: en la vida pública admitida real sé que unos hablan o mandan mucho y otros les harían el trabajo sucio, en el fondo solo el medio para justificar permitirse más de lo mismo (dirimir la vida veraz consistiría en medirse el pene con un calibre), y yo ya estoy en otra onda privada.


Sunday 9 July 2017

Dimensionar la enfermedad

Si se quiere en verdad ser riguroso, no tenemos mente sino que sentimos que tenemos una determinada ‘mente’. Que esta realidad sea tétrica para mí no conlleva sin embargo que mi futuro esté absolutamente determinado y cercenado. El cáncer, la esquizofrenia, el trastorno bipolar afortunadamente se tratan. No son una tara moral ni tienen una etiología social aparente. Tampoco sé si decir esto con convicción reduccionista le vale a todo el mundo. Pero al menos me parece tan legítimo como el que desea agarrarse antes o después del cataclismo (en mi caso ha pasado aún poco más de mes y medio) a una fe traumática pero etérea, supuestamente más fraternal, para explicar/se culpando de lo sucedido a algo ajeno a su propio cuerpo. A pesar de que haya aprendido a defenderme de mí, a identificar cuándo me pongo mal mediante la duda sistemática para con ideas mágicas y preconcebidas, atributivas o románticas, tentadoras siempre. Sosteniendo por el contrario ya hace tiempo una persistente conciencia de enfermedad tangible en todo. Ciertamente es un arma, ensayada y poderosa lista para compartir su verdad. Porque incluso abrumado por sentimientos devastadores, te permite sospechar de las más atroces sospechas o de las mayores vertiginosas grandilocuencias, sensaciones en principio refractarias, tan básicas y primarias como desenmascaradas solo probables y tramposas. Mantenerte sin claudicar en ese terror del juicio alterado llevado por dentro. Viendo tus muñones materiales, sus variadas regresivas invaginaciones; aceptar cómo se va destripando, despedazando y atomizando tu mundo subjetivo. Horrorizado pero siendo consciente en gran medida de todas las deformaciones. No sé si hay otra manera. Para mí conocerse, dimensionar el abismo natural, resulta lo realmente decisivo para exigirte calma cuando estás estable y, por supuesto, para lograr soportarte y querer exigir ayuda cuando así te alteras, de forma mental, pero sin género de duda materialmente.


Friday 9 June 2017

Locura y estocástica

No es que yo esté tan al tanto en psicopatología académica, pero puedes leerlo por ejemplo en la obra de Castilla del Pino. El delirio no es una opción. O tu imaginación se convierte en una verdad material, y no algo que solo te concierne plausible, o no. Imposible elegir sentirlo. Pero sí existe en ciertos sujetos la capacidad de tomar las medidas oportunas cuando la fantasía deja de ser un "como si" a ser tratada como siendo real. Castilla, para que se pueda entender, pone el ejemplo de la conducta masturbatoria: el sujeto sabiendo que momentos previos al orgasmo va a relacionarse con su fantasía no "como si" fuese real sino siendo real, toma de antemano las reservas adecuadas en su intimidad para dejar a salvo su identidad. Ante la inquietud de tantos, decir que esta conducta, ‘lúcida’ o ajustada, no es estrictamente lo habitual en las psicosis endógenas, pero a veces ocurre y se da como producto de la experiencia de haber delirado en alguna ocasión. Sea como sea, el delirio es una manera de jugar con uno mismo, y uno delira, aunque sea dicho de forma simplista, de lo que "quiere". Ni mucho menos tienen porque ser fantasías violentas. La locura nunca es absoluta y el inconsciente moral de cada cual puede estar conservado. La actitud de considerar al psicótico como un predelincuente (vuelvo a Castilla) no tiene base, todo sujeto normal, resulta lógico, se encuentra en esa categoría...
La violencia en el ser humano es difícilmente predecible. Y los datos están ahí avalando que el psicótico es ante todo una víctima (ya sea física o psicológica) de violencia externa, y no un protagonista de hechos que suelen ser llamativos por su excentricidad inexplicable pero raros estadísticamente.


Thursday 2 March 2017

Epílogo

En un mundo de socialismo real y no ideal, anárquico pero cosmopolita, podría llegar a aceptar el mandato, la carta blanca de coerción que se cierne diariamente sobre las unidades de agudos de cualquier servicio de salud mental, al menos en este país. Que me hierva la sangre no quiere decir que no pueda llegar a entender la violencia legítima contra el paciente mental. Aunque habría que ser muy claro si el papel de la psiquiatría va a ser ese, doble. Una función de contención real, reconocida sobre el orden social, precisará de preciosos contrapoderes. Garantías. Que entiendo el ciudadano tiene cuando la policía o el carcelero actúan ante hechos presumibles o decididamente delictivos. Quién revisa una sujeción mecánica (judicialmente) o una megadosis de psicofármacos cuando son actos de poder y quien las sufre se les 'acusa' de no ponerse como atrezzo el pijama, de llevar gafas de sol en la sala, de salir de la planta cuando la puerta está abierta... ¿Verdaderamente es sobrestimar la arbitrariedad de esas políticas y no terapias? Esta violencia para vigilar y castigar en apariencia tan banal, es en realidad dura muy dura y fácilmente se corrompe. Hay demasiados intereses laborables o no en juego. Nunca se debería confiar a la discrecionalidad su ejecución. Hablamos de controlar a alguien, es asunto para el juez no de sanitarios manazas.

Actualizado 12 Marzo/2017


Tuesday 21 February 2017

La cara oculta (negada) del entendimiento

Celaje o avaricia. Las verdades inteligentes, [solo] en apariencia tan poco arbitrarias, existen y son consecuencia probablemente de una previa concepción social de autosuficiencia. Ya sea al desentrañar el mecanismo de la escurridiza aguja externa en un pajar desconocido y también completamente material, o resultado de una manifiesta iteración más personal, interior o imaginativa lo clarividente es fruto exclusivamente de una ambición o una pose. Es la inhóspita intemperie individual ante las cosas del mundo objetivo o subjetivo, apoyándose en un personaje frente a los demás, quizá curioso y hasta fundamental, pero fantasioso o rapaz.


Monday 13 February 2017

Progreso y regreso

Mi intuición me dice que en el progreso va implícito cierto grado de degeneración, y que acunarnos en lo primigenio lo empeora todo. Nula visión de conjunto, en todo caso un parche y una ilusión sobre nuestra presunta opulencia... Pero que existe ese óptimo perpetuamente probable. La realidad reversible, cuasiestacionaria e ideal.
Aunque me gusta el concepto que maneja Salvador Pániker, creo que para él lo de volver a los orígenes va un más acá del tomar perspectiva, y en el fondo sostiene un recelo a volver una y otra vez a intentar la misma decidida inquietud progresiva. O a lo mejor habla precisamente de lo mismo. De cambiar y reintegrarse. Vacunarse contra lo peor del aislamiento. Y confiar. Sea como sea, la idea de retroprogreso vuelve a estar para mí de actualidad…

Sunday 15 January 2017

Cuidados y técnica

El impacto de la enfermedad n la identidad de uno siempre es devastadora al principio. Mi opinión es que al igual que la muerte (certeza que sí suele eludirse hasta el final) la enfermedad es un hecho tan inevitable como unipersonal. Que se pueda ser cercano y afable no debiera diferir esa responsabilidad de cada uno consigo mismo. Más que incentivar a nuevos personajes que se toman demasiado en serio, la eficiencia en los cuidados es solo más tiempo, espacio y autonomía. Más técnica. Organizar mejor esos tres recursos escasos. A lo mejor digo una burrada, pero el factor humano aparece solo, y por eso es secundario y cosa del pasado.